Taller de Ajedrez Claretiano

sábado, 28 de abril de 2012

Leyenda sobre el Ajedrez


El ajedrez es un juego antiquísimo. Cuenta con muchos siglos de existencia y por eso no es de extrañar que estén ligadas a él diferentes leyendas, cuya veracidad es difícil comprobar debido a su antigüedad. Precisamente quiero contar una de estas leyendas. Para comprenderla no hace falta saber jugar al ajedrez; basta simplemente saber que el tablero donde se juega está dividido en 64 escaques (casillas negras y blancas, dispuestas alternativamente).

El juego del ajedrez fue inventado en la India. Cuando el rey hindú Sheram lo conoció, quedó maravillado de lo ingenioso que era y de la variedad de posiciones que en él son posibles. Al enterarse de que el inventor era uno de sus súbditos, el rey lo mandó llamar con objeto de recompensarle personalmente por su acertado invento.
El inventor, llamado Seta, se presentó ante el soberano. Era un sabio vestido con modestia, que vivía gracias a los medios que le proporcionaban sus discípulos.

– Seta, quiero recompensarte dignamente por el ingenioso juego que has inventado –dijo el rey.
El sabio contestó con una inclinación.

– Soy bastante rico como para poder cumplir tu deseo más elevado –continuó diciendo el rey–. Di la recompensa que te satisfaga y la recibirás.
Seta continuó callado.

– No seas tímido –le animó el rey-. Expresa tu deseo. No escatimaré nada para satisfacerlo.

– Grande es tu magnanimidad, soberano. Pero concédeme un corto plazo para meditar la respuesta. Mañana, tras maduras reflexiones, te comunicaré mi petición.
Cuando al día siguiente Seta se presentó de nuevo ante el trono, dejó maravillado al rey con su petición, sin precedente por su modestia.

– Soberano –dijo Seta–, manda que me entreguen un grano de trigo por la primera casilla del tablero del ajedrez.

– ¿Un simple grano de trigo? –contestó admirado el rey.

– Sí, soberano. Por la segunda casilla ordena que me den dos granos; por la tercera, 4; por la cuarta, 8; por la quinta, 16; por la sexta, 32…

– Basta –le interrumpió irritado el rey–. Recibirás el trigo correspondiente a las 64 casillas del tablero de acuerdo con tu deseo; por cada casilla doble cantidad que por la precedente. Pero has de saber que tu petición es indigna de mi generosidad. Al pedirme tan mísera recompensa, menosprecias, irreverente, mi benevolencia. En verdad que, como sabio que eres, deberías haber dado mayor prueba de respeto ante la bondad de tu soberano. Retírate. Mis servidores te sacarán un saco con el trigo que necesitas.
Seta sonrió, abandonó la sala y quedó esperando a la puerta del palacio.
Durante la comida, el rey se acordó del inventor del ajedrez y envió para que se enteraran de si habían entregado ya al reflexivo Seta su mezquina recompensa.

– Soberano, tu orden se está cumpliendo –fue la respuesta–. Los matemáticos de la corte calculan el número de granos que le corresponde.

El rey frunció el ceño. No estaba acostumbrado a que tardaran tanto en cumplir sus órdenes.
Por la noche, al retirarse a descansar, el rey preguntó de nuevo cuánto tiempo hacía que Seta había abandonado el palacio con su saco de trigo.

– Soberano –le contestaron–, tus matemáticos trabajan sin descanso y esperan terminar los cálculos al amanecer.

– ¿Por qué va tan despacio este asunto? –gritó iracundo el rey–. Que mañana, antes de que me despierte, hayan entregado a Seta hasta el último grano de trigo. No acostumbro a dar dos veces una misma orden.
Por la mañana comunicaron al rey que el matemático mayor de la corte solicitaba audiencia para presentarle un informe muy importante.
El rey mandó que le hicieran entrar.

– Antes de comenzar tu informe –le dijo Sheram–, quiero saber si se ha entregado por fin a Seta la mísera recompensa que ha solicitado.

– Precisamente para eso me he atrevido a presentarme tan temprano –contestó el anciano–. Hemos calculado escrupulosamente la cantidad total de granos que desea recibir Seta. Resulta una cifra tan enorme…

– Sea cual fuere su magnitud –le interrumpió con altivez el rey– mis graneros no empobrecerán. He prometido darle esa recompensa y, por lo tanto, hay que entregársela.

– Soberano, no depende de tu voluntad el cumplir semejante deseo. En todos tus graneros no existe la cantidad de trigo que exige Seta. Tampoco existe en los graneros de todo el reino. Hasta los graneros del mundo entero son insuficientes. Si deseas entregar sin falta la recompensa prometida, ordena que todos los reinos de la Tierra se conviertan en labrantíos, manda desecar los mares y océanos, ordena fundir el hielo y la nieve que cubren los lejanos desiertos del Norte. Que todo el espacio sea totalmente sembrado de trigo, y toda la cosecha obtenida en estos campos ordena que sea entregada a Seta. Sólo entonces recibirá su recompensa.

El rey escuchaba lleno de asombro las palabras del anciano sabio.

– Dime, cuál es esa cifra tan monstruosa –dijo reflexionando–.

– ¡Oh, soberano! Dieciocho trillones cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones setenta y tres mil setecientos nueve millones quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince.

Verifica si el resultado es correcto
Respuesta:
Para poder convencernos, hagamos el cálculo. Si se comienza por la unidad, hay que sumar las siguientes cifras: 1, 2, 4, 8, etc. El resultado obtenido tras 63 duplicaciones sucesivas nos mostrará la cantidad correspondiente a la casilla 64, que deberá recibir el inventor. Podemos hallar fácilmente la suma total de granos, si duplicamos el último número, obtenido para la casilla 64, y le restamos una unidad. Es decir, el cálculo se reduce simplemente a multiplicar 64 veces seguidas la cifra dos:

2 x 2 x 2 x 2 x 2 x 2, y así sucesivamente 64 veces.

Con objeto de simplificar el cálculo, podemos dividir estos 64 factores en seis grupos de 10 factores 2 y uno de 4 factores 2. La multiplicación sucesiva de 10 factores 2, como es fácil comprobar, es igual a 1024 y la de 4 factores 2 es de 16. Por lo tanto, el resultado que buscamos es equivalente a:

1024 x 1024 x 1024 x 1024 x 1024 x 1024 x 16
Multiplicando 1024 x 1024 obtenemos 1.048.576
Ahora nos queda por hallar:
1.048.576 x 1.048.576 x 1.048.576 x 16
Restando del resultado una unidad, obtendremos el número de granos buscado:

18.446.744.073.709.551.615

Para hacernos una idea de la inmensidad de esta cifra gigante, calculemos aproximadamente la magnitud que debería tener el granero capaz de almacenar semejante cantidad de trigo. Es sabido que un metro cúbico de trigo contiene cerca de 15 millones de granos. En ese caso, la recompensa del inventor del ajedrez debería ocupar un volumen aproximado de 12.000.000.000.000 m3, o lo que es lo mismo, 12.000 km3. Si el granero tuviera 4 m de alto y 10 m de ancho, su longitud debería de ser de 300.000.000 km, o sea, el doble de la distancia que separa la Tierra del Sol.


                                         150.000.000 km


El rey hindú, naturalmente, no podía entregar semejante recompensa. Sin embargo, de haber estado fuerte en matemática, hubiera podido librarse de esta deuda tan gravosa. Para ello le habría bastado simplemente proponer a Seta que él mismo contara, grano a grano, el trigo que le correspondía.
¿Cuánto tiempo crees que hubiera tardado, en hacerlo?
Si Seta, puesto a contar, hubiera trabajado noche y día, contando un grano por segundo, en el primer día habría contado 86.400 granos. Para contar un millón de granos habría necesitado, como mínimo, 10 días de continuo trabajo. Un metro cúbico de trigo lo habría contado aproximadamente en medio año, lo que supondría un total de 5 cuartos. Haciendo esto sin interrupción durante 10 años, habría contado 100 cuartos como máximo. Por consiguiente, aunque Seta hubiera consagrado el resto de su vida a contar los granos de trigo que le correspondían, habría recibido sólo una parte ínfima de la recompensa exigida.


Fuente: http://www.unlu.edu.ar/~dcb/matemat/progre1.htm

Capablanca contra un marciano



A continuación una composición bastante original y llena de imaginación:
Cuenta la leyenda que una tarde se encontraba Capablanca, a la sombra de un árbol, analizando posiciones de ajedrez para preparar su match ante Corzo para el Campeonato de Cuba. Sin darse cuenta a su lado apareció un ser de extraña y desconocida apariencia, el cual le preguntó que estaba haciendo. Capablanca, sin mirarle, respondió que estaba analizando unas partidas de ajedrez.

El marciano siguió observando la actividad de Capablanca y pronto se sintió atraído por el juego, pidiendo al futuro campeón del mundo que le enseñase las reglas. Capablanca se las fue enseñando una a una, hasta llegar a la última: "Cuando un peón llega a la octava fila, se puede convertir en cualquier pieza". De este modo comenzaron la partida, en la que Capablanca fue adquiriendo una gran ventaja hasta llegar a la siguiente posición:


Capablanca realizó su siguiente movimiento, que fue 1.Rc2, amenazando mate imparable con Ad4. El avispado marciano se dio cuenta del peligro y encontró una jugada inesperada y, en cierto modo, genial: 1...h1=R


Capablanca se alteró y replicó airado: "¡No!, no se puede". A lo que el marciano contestó: "Pero usted me dijo que se podía coronar cualquier pieza". Capablanca comprendió que nada podía hacer y volvió a concentrarse en la posición. Ahora existían dos reyes negros, por lo que sólo podría ganar si daba mate a los dos reyes a la vez. Ahora Ad4 no servía porque daba mate a un rey, pero dejaba al otro rey ahogado, por lo que sería tablas. El genial Capablanca, tras un largo rato de reflexión, encontró una solución aun más sorprendente que la de su rival: 2.a8=Rey negro (las blancas coronan una pieza negra):


Ahora fue el marciano el que protestó airadamente, pero las reglas eran claras: se puede coronar cualquier pieza. Con los 3 reyes ya no se podía producir un ahogado, ya que el rey de a8 se podía mover por dos casillas de la octava fila mientras los otros dos reyes estaban inmovilizados: 2...Rb8 3.h7 Ra8 4.h8=D++ y ¡mate a los tres reyes negros! No es tan sencillo engañar a un genio del ajedrez.

Claretianos con Ranking Internacional!

Estimados Padres de Familia, nos alegra comunicarles que el número de alumnos Claretianos que han alcanzando ubicación en el ranking mundial de ajedrez de la FIDE ha crecido gracias a los buenos resultados obtenidos hasta la fecha. A continuación la relación de alumnos con ELO FIDE:

Nombre
ELO FIDEID FIDE
1
Puppi Lazo, Jorge Luis
1871
3807363
2
Mendieta Cadillo, Erick
1760
3817208
3
Palacios Llancari, José
1719
3817199
4
Romero Galindo, Geraldine
1670
3817105
5
Cevasco Bálcazar, Leonardo
1656
3816389
6
Lazarte Valverde, Gonzalo 
1639
3818667
7
Saavedra Espíritu, Enrique
1593
3817229 
8
Tello Rojas, Mariana
1449
3818926
9
Herrera Tafur, Alexandra
1447
3817679
10
Inciso Vera, Luis Ángel
1438 
3817350
11
Silva Heredia, Mario Alejandro 
1346
 3817407

Cabe destacar que también se mantienen activos los siguientes alumnos egresados de las Promociones LXX y LXXI:

Nombre
ELO FIDEID FIDE
12
Martínez Sánchez, David
1937
3804879
13
Villanueva Gutiérrez, Diego
1864
3817091
14
Pujaico Escudero, Kevin
1784
3817083
15
Chero Ramírez, Daniel
1611
3818632

Nos da alegría saber que ellos podrán buscar subir su rating en casa, pues el VII Festival Internacional de Ajedrez Claretiano 2012 contará con el aval de la Federación Internacional de Ajedrez para ser válido para el ELO FIDE.